Recibir un diagnóstico de cáncer es un impacto enorme en la vida de cualquier persona. Además de las preocupaciones relacionadas con la salud, surge a menudo otra duda importante: ¿qué pasará con la fertilidad después de la quimioterapia o la radioterapia?
Los avances médicos han permitido que hoy en día muchas personas superen el cáncer, pero los tratamientos oncológicos pueden dañar de manera significativa la capacidad reproductiva. Por eso, cada vez más equipos médicos recomiendan considerar la preservación de la fertilidad antes de comenzar el tratamiento.
En esta guía práctica repasamos las opciones disponibles en España, qué factores conviene valorar y cómo se organizan los tiempos en un contexto en el que las decisiones deben tomarse con rapidez.
¿Por qué es importante preservar la fertilidad antes del cáncer?
La quimioterapia y la radioterapia, aunque esenciales para tratar el cáncer, pueden afectar a las células reproductoras. En la mujer, dañan los ovarios reduciendo la reserva ovárica y adelantando la menopausia. En el hombre, pueden disminuir la producción de esperma de forma temporal o permanente.
El riesgo depende del tipo de fármaco o radiación, la dosis recibida, la edad y el estado reproductivo previo. Por ello, no existe una única respuesta válida para todos los casos, pero sí hay un consenso médico: es preferible actuar antes de que empiece el tratamiento oncológico.
Opciones de preservación de la fertilidad en mujeres
Existen varias alternativas según la edad, la situación clínica y el tiempo disponible antes de iniciar la quimioterapia o radioterapia:
Congelación de óvulos
Es la opción más habitual para mujeres jóvenes sin pareja o que no desean congelar embriones. El procedimiento requiere una estimulación ovárica durante unos 10-12 días y posterior extracción de ovocitos, que se vitrifican en laboratorio.
La eficacia depende de la edad en la que se realice el procedimiento. Tal como explicamos en el artículo sobre congelación de óvulos: ¿cuál es la mejor edad para hacerlo?, la recomendación es realizar el proceso antes de los 35 años, cuando la calidad ovocitaria es mayor.
Congelación de embriones
Si la paciente tiene pareja y ambos lo desean, los óvulos pueden fecundarse en el laboratorio con semen de la pareja y los embriones resultantes vitrificarse. Esta opción ofrece tasas de éxito más altas porque ya se ha confirmado la capacidad fecundante del óvulo y el espermatozoide.
Cirugía conservadora
En casos seleccionados, puede recurrirse a técnicas como la transposición ovárica, que consiste en desplazar los ovarios fuera del campo de radiación para minimizar el daño.
Ovodonación
Si no fue posible preservar ovocitos antes del tratamiento o la reserva ovárica queda muy comprometida, existe la alternativa de recurrir a la ovodonación: cómo funciona la donación de óvulos, con tasas de éxito elevadas incluso en mujeres que han superado un cáncer.
Opciones de preservación de la fertilidad en hombres
En los varones, el procedimiento es más rápido y sencillo:
Congelación de esperma
Consiste en obtener una muestra seminal y criopreservarla en un banco autorizado. Es un procedimiento seguro, eficaz y accesible en España, del que hablamos en detalle en el artículo de congelación de esperma: cuándo y cómo hacerlo en España.
Recuperación quirúrgica de espermatozoides
Si no es posible obtener muestra por eyaculación, puede recurrirse a la aspiración epididimaria o biopsia testicular para rescatar espermatozoides y preservarlos.
¿Qué ocurre si no hay tiempo para preservar?
En algunos diagnósticos de cáncer, el tratamiento debe empezar de forma urgente. Si no hay margen para estimulación ovárica, existen estrategias como:
Congelación de tejido ovárico, aún considerada experimental en algunos casos, pero con resultados cada vez más prometedores.
Iniciar tratamientos de fertilidad con protocolos de estimulación acelerada, que permiten reducir los tiempos de espera sin comprometer la calidad ovocitaria.
Impacto emocional y acompañamiento
La noticia de un cáncer ya es difícil de asumir, y sumar la preocupación por la fertilidad puede ser abrumador. Muchas personas sienten que deben tomar decisiones trascendentales en un tiempo muy corto.
Por eso, es fundamental que los equipos médicos integren el consejo reproductivo en la atención oncológica, y que los pacientes tengan acceso a apoyo psicológico. En el artículo sobre cómo afrontar emocionalmente un tratamiento de fertilidad hablamos de la importancia de cuidar también este aspecto durante todo el proceso.
Costes y acceso en España
En la sanidad pública, la preservación de la fertilidad está cubierta para pacientes oncológicos en la mayoría de comunidades autónomas, aunque con diferencias en protocolos y tiempos de espera. En la sanidad privada, los precios varían: la congelación de óvulos suele oscilar entre 2.000 y 5.000 euros por ciclo, según los datos de la clínica Fertility Madrid. Por otra parte, la congelación de esperma tiene un coste mucho más reducido: entre los 200 y 700 euros, basándonos en los datos de la revista Reproducción Asistida.
Conclusión
Preservar la fertilidad antes de un tratamiento contra el cáncer es una oportunidad valiosa para mantener abierta la posibilidad de ser madre o padre en el futuro. La clave está en recibir información rápida y clara, valorar todas las opciones con un equipo especializado y contar con apoyo emocional durante el proceso.
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Staff
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