El varicocele es una dilatación anormal de las venas del cordón espermático, similar a las varices que aparecen en las piernas. Es una de las causas más comunes de infertilidad masculina: se estima que afecta a alrededor del 40 % de los varones con problemas de fertilidad, según el Centro Nacional para la Información Biotecnológica. Aunque muchas veces no da síntomas, puede impactar en la calidad del esperma y dificultar la concepción. A continuación, explicamos cómo se diagnostica y qué tratamientos están disponibles en España.
¿Qué es el varicocele y cómo afecta a la fertilidad?
El varicocele provoca un aumento de temperatura en los testículos y altera el microambiente necesario para la producción de espermatozoides. Como consecuencia, puede causar:
Disminución en la concentración espermática (oligozoospermia).
Movilidad reducida (astenozoospermia).
Alteraciones en la morfología de los espermatozoides (teratozoospermia).
Mayor fragmentación del ADN espermático.
El impacto no es igual en todos los casos. Algunos hombres con varicocele mantienen parámetros normales y no tienen problemas de fertilidad, mientras que en otros puede ser la principal causa de esterilidad.
Diagnóstico del varicocele
El diagnóstico suele realizarse mediante:
Exploración física: el urólogo puede detectar la dilatación venosa palpando el escroto, especialmente al realizar la maniobra de Valsalva (empujar con el abdomen).
Ecografía Doppler testicular: es la prueba de referencia, ya que permite confirmar la presencia de varicocele y valorar su grado.
Seminograma: analiza la calidad del esperma y ayuda a determinar si el varicocele está afectando a la fertilidad. Esta prueba es fundamental en cualquier diagnóstico de infertilidad masculina: ¿cómo saber si existe un problema?.
Tratamientos disponibles en España
El tratamiento depende de la sintomatología, el grado de varicocele y el deseo reproductivo del paciente.
Observación y seguimiento
En casos leves, sin alteraciones seminales ni síntomas, puede recomendarse solo seguimiento con controles periódicos.
Cirugía correctiva
El tratamiento más habitual es la varicocelectomía, que puede realizarse por cirugía abierta, laparoscópica o mediante técnicas de microcirugía. El objetivo es ligar las venas dilatadas para normalizar el flujo sanguíneo.
Embolización percutánea
Es una técnica mínimamente invasiva en la que se introducen pequeños materiales a través de un catéter para obstruir las venas afectadas. Suele recomendarse como alternativa a la cirugía clásica.
Tras el tratamiento, la mejora en la calidad seminal no siempre es inmediata: puede tardar entre 3 y 6 meses en observarse.
Fertilidad tras el tratamiento del varicocele
En algunos hombres, la cirugía o embolización mejora los parámetros seminales y aumenta las probabilidades de embarazo natural. Sin embargo, no siempre es suficiente y puede ser necesario recurrir a técnicas de reproducción asistida:
Bienestar emocional y apoyo
El diagnóstico de un problema de fertilidad masculina como el varicocele puede generar sentimientos de frustración o inseguridad. Es importante recordar que se trata de una alteración médica común y con soluciones disponibles. De hecho, en el artículo de cómo sobrellevar un diagnóstico de infertilidad ya dijimos que contar con un espacio de acompañamiento psicológico puede ser clave para afrontar este proceso con más serenidad.
Conclusión
El varicocele es una causa frecuente de infertilidad masculina, pero existen tratamientos eficaces que mejoran tanto los síntomas como la calidad del semen. Con un buen diagnóstico y el apoyo de especialistas en fertilidad, es posible aumentar las probabilidades de lograr un embarazo, ya sea de forma natural o mediante reproducción asistida.
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